El mundo vio con mucha consternación hace poco menos de un mes como John Allen Chau, un misionero estadounidense fue asesinado brutalmente por una tribu de indígenas de los que se tiene muy poca información, debido a que son muy peligrosos y han protegido la isla North Sentinel de la India.
Muchos hablaron en un álgido debate en redes sociales como la impunidad y la cultura juegan un rol contradictorio en este caso que no tiene un culpable directo, ya que esta comunidad apartada de la sociedad ha decidido mantener en secreto sus costumbres, tradiciones y personas detrás de una brutal violencia que se vio expresada en la muerte de Chau a finales del mes pasado.
¿Pero quién justifica este macabro acto? ¿De verdad alguien es capaz de contradecir la satanización de este “crimen”? Pues parece que si y esta imagen lo demuestra:
El propósito de este misionero era predicar una palabra que no le fue pedida. Las costumbres y tradiciones de este grupo de individuos que por decisión propia decidieron apartarse de la sociedad no podían ser alteradas por la llegada de un extraño que intento predicar una religión diferente a la seguida por los habitantes de North Sentinel.
Claro, justificar un asesinato por la razón que sea, es un poco exagerado… ¡Vamos! También pudieron haberlo corrido de la isla y ya. Pero al no tener información sobre estas personas, Chau nunca debió haberse acercado a este sitio a recibir una respuesta muy negativa, acompañada de la muerte.
¿Tú qué opinas?