La gastronomía no va únicamente de ingredientes y platos exóticos. Para los nipones, su cocina es mucho más: es historia, es geografía, y sobre todo, es cultura y costumbres.
Uno de los aspectos más curiosos de sus costumbres gastronómicas, es que están muy arraigadas desde hace siglos, y han llegado hasta estos tiempos prácticamente intactas. Además, cada una de estas costumbres y rituales tiene una razón de ser y están cargados de un gran simbolismos.
¿Quieres conocer un poco más acerca de las costumbres gastronómicas de los habitantes del País del Sol Naciente?
Todo ha de poder comerse con palillos
El uso de los palillos son uno de los aspectos dentro de su cultura culinaria que más nos llaman la atención a los occidentales. De hecho, comer con palillos tiene múltiples ventajas ya que nos hace comer más lento, y más equilibradamente.
La razón de no tener cuchillo y tenedor en la mesa es que según los japoneses, las armas no deberían estar presentes en la mesa. De hecho, los chefs nipones son famosos por tener muy buenos cuchillos, bien afilados y excelentes para preparar cualquier comida. Sin embargo, estos siempre se deben utilizar dentro de la cocina.
Obviamente, esta costumbre de mesa obliga a que los alimentos lleguen a la mesa preparados en porciones lo suficientemente pequeñas como para poder comerlas con palillos, ya que por supuesto, el uso de un cuchillo no está permitido.
Uno de los errores más comunes que cometemos los occidentales cuando comemos sushi, es no comerlo todo de una pieza. Es decir, comemos un pequeño mordisco, y dejamos el resto en el plato, para comerlo en una segunda ronda. En Japón, esto es casi un pecado capital. Así que ya sabes la próxima vez que vayas a pedir sushi a domicilio en Barcelona.
Otra acción que deberías evitar a toda costa cuando comes con palillos es pinchar la comida para cogerla. De hecho, esto forma parte de un rito funerario y es algo de muy mal gusto en Japón.
Costumbres curiosas en la mesa
Los japoneses tienen algunas costumbres muy curiosas en la mesa, que a nosotros, los occidentales, pueden llegar a llamarnos mucho la atención.
Por ejemplo, servirse a uno mismo es de mala educación, sobre todo cuando se trata de licor. Siempre tenemos que esperar que otro nos sirva, y estar atento cuando los otros comensales necesiten un relleno en su copa ya que será nuestro turno de entrar en acción.
Otra de las costumbres más curiosas es hacer ruido mientras se sorbe la sopa. Pero no un ruido leve, sino bastante más estridente de lo que nosotros estamos acostumbrados. Aunque a
nosotros nos parezca demasiado en ocasiones, lo cierto es que ahí no solo no está mal visto, sino que es de buena educación.
La comida en Japón se suele servir repartida entre varios pequeños platos. Lo más habitual es ir alternando entre unos y otros. No esperes acabar uno para continuar con el siguiente. Todo lo contrario de lo que haríamos nosotros, ¿verdad?